¡Hay muchas maneras de conectarnos! El poder de narrar una historia une a las personas, celebra los valores, la cultura, y conserva la historia. Permita que estas experiencias le inspiren a narrar la historia de su propia vida.
Por miles de años, las personas se han conectado a través de la historia. Han narrado historias rodeando una fogata, trazado pinceles con cuidado en un muro de rocas. Han recitado poemas antiguos y pasado tradiciones orales a las generaciones más jóvenes.
Hay una razón por la que narrar una historia es un arte perdurable. Las historias entretienen, transmiten valores, conservan la historia, y celebran la cultura. Ayudan a las personas a reconocer su humanidad compartida, incluso si son de distintos lugares, culturas o generaciones. Nos gustaría compartir tres historias poderosas de cómo las personas de hoy logran conectarse al narrar su historia; de la Nación Navajo, a los padres encarcelados, a los adultos mayores de todo el mundo.

Recopilar historias de las generaciones precedentes
Cuando la pandemia afectó la primavera pasada a la Nación Navajo del suroeste de los Estados Unidos, la enfermedad se propagó rápidamente y la tasa de mortalidad fue alta. Los adultos mayores, que son muy valorados y respetados en la cultura navajo, eran particularmente vulnerables.
Mientras las familias lamentaban la muerte de sus ancianos, los hijos también lamentaban la pérdida de sus historias. Los maestros y administradores de la escuela primaria de Tse'Bii'Nidzisgai y de la escuela secundaria de Monument Valley vieron que los niños luchaban por permanecer dedicados en la escuela y notaron su angustia. El personal de la escuela decidió animar a sus estudiantes y entrevistar a sus parientes mayores a documentar sus historias.
El resultado fue la publicación de un libro de 135 páginas, Hózhó: Un paseo por la belleza, el cual recopila las historias biográficas de la nación Navajo que se remontan a la década de 1930. Hózhó conserva la historia de la comunidad y también logró su objetivo: ayudar a los niños a superar un tiempo difícil, profundizando su conexión con las generaciones precedentes y ayudándoles a conservar sus historias.
Conectando a los padres e hijos que están separados
Cuando los padres están encarcelados, las relaciones con sus hijos se pueden romper. En el Reino Unido, un programa denominado Padres que cuentan historias ayuda a los padres encarcelados a elegir conectar con sus hijos a través de narrar historias.
Cada año, "Padres que cuentan historias" ayuda a más de 5000 hombres y mujeres encarcelados a elegir, grabar y compartir historias con sus hijos. Leer historias les da a los padres una manera significativa de mostrar atención a sus hijos en una circunstancia en la que quizás sea difícil saber qué decir o cómo decirlo. A través del poder de la conexión al narrar historias, los padres pueden expresar su amor e importancia a sus hijos.

Los niños que reciben las grabaciones, pueden sentir el amor de sus padres, sin tener que saber qué decir o la manera de actuar en persona. La atención de sus padres puede reducir algunos de los efectos traumáticos de tener en prisión a un padre/madre.
Narrar historias de manera creativa fomenta la conexión
Los adultos mayores que sufren de memorias desvanecidas o demencia, a menudo también experimentan la soledad y el aislamiento. Las relaciones con los seres queridos, pueden volverse tensas o frustrantes, incluso la compañía de los recuerdos más queridos de uno, desaparecen de manera gradual.
La organización global TimeSlips, ha proporcionado una solución eficaz: narrar historias de manera creativa. Aproximadamente 1000 facilitadores capacitados en casi dos docenas de países, han ayudado hasta ahora a 54 000 adultos mayores a interactuar de manera más significativa con sus seres queridos y cuidadores a través de la narración imaginativa y la conversación.

La perspectiva de TimeSlips, suprime la presión de recordar, re-orientando las conversaciones. En lugar de enfocarse en los recuerdos perdidos, los ancianos y sus seres queridos aprenden a conectarse participando en actividades creativas e imaginativas. Cuando comparten las experiencias de narrar historias, ambos pueden participar y sentirse conectados emocionalmente.