¿Es posible rastrear mi linaje hasta Adán y Eva?

Robert C. Gunderson, especialista experimentado en investigación genealógica de la realeza, declaró:

“La respuesta más sencilla… es No.  Permítanme explicarme. En mis treinta y cinco años de experiencia con la investigación genealógica, aún no he visto un árbol genealógico que documente que se puede remontar hasta Adán. A lo largo de los años he tenido la asignación de revisar cientos de árboles genealógicos y no he visto ni uno que pueda probar cada paso de tal conexión usando documentación contemporánea. En mi opinión, ni siquiera es posible verificar históricamente un parentesco europeo anterior a la época de los reyes merovingios (aprox. 450–752 de nuestra era).

“Todo árbol genealógico que he examinado que ha intentado llenar el vacío que existe entre este período y el linaje bíblico parece basarse en una tradición cuestionable o, peor aún, es una simple invención. Por lo general, estas genealogías no ofrecen prueba alguna en cuanto al origen de sus datos, o citan fuentes muy vagas” (véase “I Have a Question [Tengo una pregunta]”, Liahona, febrero de 1984, pág. 31).

François Weil, Canciller de las Universidades de París, declaró:

“La genealogía era originalmente la prerrogativa de reyes y príncipes. Las genealogías reales más antiguas que aún perduran en Europa se remontan al siglo VI d. C. en el caso de los soberanos góticos, al siglo VII para sus homólogos irlandeses, lombardos, visigodos y francos, y a los siglos VIII y IX para los reyes anglosajones y carolingios” (Family Trees: A History of Genealogy in America, 2013, págs. 10–11).

Por lo tanto, Weil y Gunderson coinciden en que los linajes reales europeos no se pueden verificar antes del año 500 d. C.

Si una historia familiar o un árbol genealógico insinúan lo contrario, se le anima a preguntar a los colaboradores por sus fuentes.

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