Como zona hemos decidido enseñar la historia familiar mediante el ejemplo y hemos hecho todo cuanto está a nuestro alcance para poder ver y sentir que nuestros conversos y menos activos están convertidos a la historia familiar.
Comenzamos por llenar nuestros libritos "Mi Familia" y durante 6 semanas pedimos ayuda a nuestras familias por internet para que nos pudieran enviar algunos datos y fotografías. Nos esmeramos para que nuestros libros fueran de excelencia y compartimos nuestros testimonios en cada lección de historia familiar.
Fijamos metas juntos que eran realistas pero a la vez desafiantes para que todos pudiéramos completar las lecciones cada semana.
Hemos podido ver como todos los misioneros y hermanas se han convertido de a poco a la historia familiar. Este ha sido un trabajo arduo pero interesante; testificamos con poder que las familias pueden ser eternas y que la obra vicaria nos puede hacer enormemente felices si nosotros lo deseamos.
Juntos hemos aprendido que no importa cuán difícil sea encontrar nombres para nuestros conversos o menos activos, para Dios no hay nada imposible y lo mejor de todo es que Él nos bendice a diario con constantes lecciones y el deseo de muchos para asistir al templo.
Sentimos siempre el espíritu de Elías en nuestros corazones y no tenemos ninguna duda que si nuestros conversos trabajan en su historia familiar permanecerán activos.
Hacemos esto porque sabemos que la conversión viene por medio de la acción y por demostrar que estamos dispuestos a servir a nuestros semejantes.
El enseñar con el ejemplo tiene más valor que predicar solo con palabras.
Queremos conversos convertidos pero para ello necesitamos estar convertidos nosotros primero.
Amamos a quienes enseñamos y estamos dispuestos a dedicar más de lo que se requiere para poder enseñar a nuestros conversos con el amor y humildad que ellos merecen.
