Creo que Abraham Lincoln lo expresó muy bien cuando dijo, “Todo lo que soy o espero ser, se lo debo a mi angelical madre”. El verdadero papel de la maternidad se define en la siguiente historia como nos la relató mi madre.
“Había dado a luz a mi segundo hijo y mi mamá vino de Iowa para ayudarme en mi recuperación. Unos días después de que llegó, nuestro hijo mayor se enfermó de varicela. En ese momento, mi mamá no sólo se encargaba de mí, sino también de nuestro niño de tres años. Había pasado una semana antes de que viéramos unos pequeños puntos rojos en el recién nacido. Mi mamá lo tomó con calma, llamó al pediatra y le preguntó cómo podría ayudar al recién nacido en caso de que hubiera contraído la varicela. Después de administrar la dosis recomendada del medicamento, nuestro pequeño bebé se puso más y más enfermo. Mi mamá y yo nos turnamos para cuidarlo en nuestros brazos toda la noche, ya que era la única manera de brindarle ayuda. No fue sino hasta la mañana siguiente cuando hicimos una llamada y nos dijeron que el médico ‘de guardia’ nos había prescrito una dosis equivocada, la cual sólo aumentó el malestar del recién nacido (y el nuestro, debo añadir).Después de tres semanas, desperté y para mi sorpresa mi cuerpo estaba cubierto de puntos rojos. Ustedes adivinaron —había contraído varicela también. ¡Qué problema! Una vez más estábamos a cargo de mi mamá en espera de la recuperación. Con los tres en diferentes etapas de la misma enfermedad, llegó una llamada que cambiará nuestras vidas para siempre.

Mi abuela había fallecido en un accidente de bicicleta—sí, la mamá de mi mamá. Esa mañana durante el desayuno le dije a mi mamá que se fuera inmediatamente para asistir al servicio fúnebre, nosotros nos las arreglaríamos como pudiéramos. En ese momento, aprendí de qué madera estaba hecha mi mamá cuando me dijo, “No, todo saldrá bien. Mi lugar es entre los vivos por el momento”. Continuó con nosotros otras dos semanas hasta que nuestros dos hijos y yo nos recuperamos totalmente. Nunca he olvidado el ejemplo de cuidado, amor y compasión de mi querida madre durante esas cinco semanas de enfermedad. Su ejemplo de generosidad y consideración fue tal que me ha inspirado muchas veces desde entonces a servir sin pensar en la recompensa.El legado de servicio desinteresado de mi abuela se ha vuelto ahora el de mi madre. Más veces de lo que uno se imagina la he visto dar todo lo que tiene a sus hijos. Qué gran impacto tendrán esos recuerdos en las futuras generaciones a medida que las conservemos y las compartamos con nuestros seres queridos. Este Día de la Madre me siento afortunada de conocer tan increíbles mujeres y espero que ellas se den cuenta de lo mucho que son necesitadas y amadas.Suba y comparta sus fotos e historias en FamilySearch en el mes de la Madre. Es una manera sencilla de conservar un recuerdo y que su madre sepa lo mucho que usted la ama.
Historia compartida por Spencer Ngatuvai