Este año, Tuti Furlán fue una de las oradoras principales de RootsTech 2023. Estaba entusiasmada por compartir la psicología positiva y ciencias de la felicidad y sus historias de conexión en RootsTech 2023, del 2 al 4 de marzo de 2023.

¿Quién es Tuti Furlán?
Tuti es considerada uno de los personajes femeninos más influyentes, más reconocidos y queridos de su país, Guatemala. Psicóloga clínica especializada en psicología positiva y ciencias de la felicidad, escritora, conferencista internacional, comunicadora, actriz y empresaria.
En el 2018 recibió la “Medalla de la Paz” como reconocimiento de su trayectoria y aporte social en Guatemala.

Desde hace más de 10 años genera contenidos y programas de fortalecimiento, transformación interior y optimización humana a nivel mental y emocional con un estilo innovador, ameno y creativo, para diferentes audiencias.
“Encontramos más personas capacitadas en habilidades específicas para desarrollar diferentes trabajos, pero menos personas capaces de gestionar sus emociones, pensamientos y actitudes, que son lo que permite que las habilidades intelectuales y técnicas alcancen su verdadero potencial y que el ser humano se sienta realizado a todo nivel”.
-Tuti Furlán
Su novedosa visión que ha propuesto al mundo a través de su filosofía “Vivir a Colores”, la ha llevado a diferentes países de Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y Asia a través de conferencias, talleres, libros, entrevistas y colaboraciones con las que cautiva y contagia de optimismo a sus audiencias con su único y peculiar carisma.
RootsTech es un evento presencial y virtual que incluye acceso a temas de genealogía e historia familiar para todos los niveles de interés. Para tener acceso a todo los oradores, clases y otros recursos, visite RootsTech.org
Aquí puede leer un resumen general de su discurso.
La Familia: Tierra Fértil Para mi Crecimiento
“La familia, no es un peso que nos toca cargar, es la tierra fértil que nos permite florecer, si así lo elegimos.” – Tuti Furlán
Oradora motivacional y escritora, Tuti Furlán comparte un discurso sobre la importancia de nuestras tierras fértiles: Nuestra familia. Al comenzar su discurso, Tuti nos ayuda a comprender que no importa que tan imperfectas sean nuestras familias, estas mismas son oportunidades para florecer y convertirnos en quienes estamos destinados a ser. Esto se puede hacer a través de las 3 invitaciones que ella extiende: Aceptar, Perdonar, y Agradecer.
Comienza su charla con la historia de Memito. Memito creció sin papá, con dos hermanos y una mamá soltera. El tenía una discapacidad que le afectaba el habla. Otros niños también se burlaban de él, porque no tenia papá y no tenía quien lo protegiera. El tuvo que dejar la escuela y trabajar para ayudarle a su mamá así que decidió no ir al colegio. Se puede decir que él no tuvo una "tierra fértil" porque su familia era imperfecta.

Al visualizar la vida de Memito, Tuti nos invita a ver nuestras "tierras fértiles" como lo más bonito y lo más sano, a pesar de sus imperfecciones. Tuti después explica en una manera metafórica, la perspectiva de una semilla:
“Como una semilla, eres una cosita que luego de ser abrigada y cuidada, te meten en un agujero profundo, frío y ahí te dejan enterrado. Tú como una semilla, tal vez pensarías “¡Esto es todo! Aquí es donde muero” pero en lugar de eso, empiezas a reconocer que tus raíces comienzan a crecer, y cuanto más crecen, más fuerza tienes para poder agrietar el suelo. Hasta que finalmente sales y puedes ver el hermoso cielo azul y empiezas a respirar el aire fresco. Y luego te das cuenta de que puedes producir ramas, hojas, frutos y flores. La semillita que pensó que la tierra que tenía encima la iba a matar, era la tierra que le daba la oportunidad de florecer.
Cuando lo vemos de esta forma, es cuando aprendemos que cada uno de nosotros puede abrazar a nuestra tierra, la que nos tocó, en donde fuimos depositados, en donde la vida nos puso, sea como sea en las condiciones que sean, entonces tenemos más posibilidad de crecer, florecer, de ser lo que estamos llamados a ser en el mundo.”
Para abrazar la tierra en la que nacimos, Tuti nos invita a ver 3 diferentes aspectos: Aceptar, Perdonar y Agradecer.
Estas 3 acciones nos ayudan a encontrar esa fuerza que necesitamos para ser quienes tenemos que llegar a ser.

Aceptar
“Suelta la necesidad de que las cosas sean diferentes.”
Tuti nos invita a dejar de ponernos como víctimas. Al decir: “¡Yo no tuve eso! O ¡Yo no crecí como los demás!” Si pensamos de esta manera, no estamos aceptando, no estamos creciendo, y no vamos a florecer. Al compartir esto, ella cito a Gerardo Smetling: “La no aceptación, es la vía del sufrimiento.”
El aceptar, nos lleva a perdonar.
Perdonar
Al aceptar la vida que nos tocó vivir tenemos más la posibilidad de perdonar. Tuti expresa, que al perdonar en vez de juzgar a la persona, tendremos la curiosidad de saber por qué tal persona es diferente.
“Uno no sabe lo que está pasando en la vida de la otras persona, perdonar nos abre a acercarnos, a comprender, y cuando hay comprensión, hay compasión.
Perdonar es conectar con la compresión y la compasión. Esto ayuda a sanar nuestra historia, nuestra relación con la familia, y nos permite acércanos.”

Agradecer
Tuti mencionó que al reconocer la oportunidad que tenemos para florecer, es una forma de agradecimiento.
Después ella nos comparte una maravillosa historia:
“Había dos hombres que eran gemelos y los dos crecieron con un padre abusador y alcohólico. Uno de los gemelos, decidió hacer lo mismo que su padre. Al preguntarle por qué tomó esa decisión, su respuesta fue la siguiente: "¿Pues que esperabas? Mi papá era alcohólico y abusivo". Después, le preguntaron a su hermano gemelo, quien era un hombre exitoso y eligió ser diferente -a pesar de que su tierra fértil fue la misma-, ¿Qué pasó? A lo que el contestó "Mi papá era alcohólico, y abusivo". El decidió vivir una vida diferente a la de su hermano y su papá.”
Tuti nos demuestra que el agradecimiento de alguna u otra manera nos puede ayudar a ser más compasivos. Debemos darnos a nosotros mismos la oportunidad de perdonar a esa persona que nos hirió. Si alguien no nos dio lo que necesitábamos, tal vez fue la tierra que necesitábamos para aprender a dar lo que no nos dieron.
“Si crecimos en una familia en la que no fuimos aceptados, tal vez sea la oportunidad para aceptarnos a nosotros mismos y a los demás.”
Al compartir su historia, Tuti nos invita a hacernos una pregunta en nuestro corazón: “¿Qué seguimos reclamando de nuestra familia? Sería mejor aceptarlos como son. Tal vez no fueron de lo mejor, tal vez no fue bonito, tal vez dolió, y eso está bien. Pero también es momento de reconocer que yo puedo perdonar. Con eso puedo sanarme a mí mismo y a los demás, tanto en el pasado como en las generaciones futuras.
"Como seres humanos, podemos comenzar a sanar, entender, reconocer o por lo menos abrirnos a esta posibilidad, que hoy les estoy planteando, de ver a nuestra familia como esa tierra de oportunidades, para que en nosotros florezca todo eso que es hermoso, lo que ya está en nosotros.”

Al final Tuti nos deja con esta frase:
“La familia, no es un peso que nos toca cargar, es la tierra fértil que nos permita florecer, si así lo elegimos.”