¿Le hacen pasar un mal rato los resultados del arbitraje?

 

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Todos necesitamos recibir comentarios en cuanto a nuestro desempeño en nuestras diversas actividades diarias. Los indexadores de FamilySearch por mucho tiempo pidieron de forma enfática que se les proporcionara una herramienta que les ayudara a evaluar la precisión de su labor. Así que FamilySearch creó la función "Mi exactitud" (que ahora se llama "Resultados del arbitraje"). El lanzamiento de Resultados del arbitraje produjo consecuencias planeadas y no planeadas. Los indexadores comenzaron a recibir comentarios sobre su trabajo, los cuales eran muy necesarios, y muchos expresaron gratitud por la oportunidad de saber cómo mejorar. Sin embargo, algunos mostraron consternación al enterarse, por primera vez, que los arbitradores cambiaban lo que a ellos les parecía un trabajo correcto de indexación. La magnitud del problema también fue una revelación para FamilySearch.

Algunos de los primeros problemas se presentaron en lotes que estaban en otros idiomas aparte del inglés, los cuales habían sido indexados por hablantes nativos o por conocedores de ese idioma, pero que a la postre fueron arbitrados por personas con menos conocimiento de tal lengua. Los incidentes reportados más recientemente son de arbitradores que no siguen las instrucciones de los proyectos y prácticamente arruinan buenas labores de indexación.

Si no fuera por la función Resultados del arbitraje, nada de eso se sabría actualmente. Si bien tanto FamilySearch como sus voluntarios estaban como “ojos que no ven, corazón que no siente”, lo aprendido nos puede servir para mejorar nuestra labor al seguir avanzando. En un momento hablaremos de eso, pero primero queremos decirles algo a los indexadores en cuanto a los Resultados del arbitraje.

¿Qué son realmente los Resultados del arbitraje?
Los Resultados del arbitraje son una forma de medir la frecuencia con que la indexación de una persona coincide con el arbitraje de otra. No es una medida de exactitud absoluta con respecto a una verdad proveniente de los cielos. Es mas bien, una reflexión del fallo de un voluntario comparado con el mejor juicio de otra persona. De vez en cuando, aunque esperemos que no a sea menudo, es posible que el indexador sea más preciso que el arbitrador. Es aterrador, ¿no es cierto?

Entonces, ¿qué se debe aprender de eso? En primer lugar, no se tome muy a pecho sus resultados del arbitraje. Los mismos son una guía, no una calificación. De todas maneras no va a impresionar a nadie si los incluye en su currículum vitae. Además, no hay ninguna posibilidad de que en su propia reunión familiar reciba un premio por pertenecer al “Club del 99 por ciento”. Utilice sus resultados para mejorar y estudiar las áreas en las que podría estar cometiendo errores de indexación.

Por otra parte, no deje que un mal resultado le haga pasar un mal rato, o peor aún, que le dé por tirar la toalla con la indexación. Claro que sería genial decir que usted es un indexador con una precisión del 100 por ciento, pero nuevamente, ¿100 por ciento comparado con qué? En algunos casos raros, su 90 por ciento podría ser más exacto que el 100 por ciento de otra persona, ya que todo depende de quién realiza el arbitraje, de la letra con que se escribieron de los registros y del grado de dificultad del proyecto. Una voluntaria dijo recientemente en un grupo de sondeo que su promedio de exactitud era del 92 por ciento y que se sentía fracasada. A lo que queremos llegar es que, no es buena idea basar su autoestima, o incluso su competencia como indexador, en sus resultados del arbitraje.

Ahora, ya que lo que tratamos es ser transparentes, hablemos de otro tema donde la respuesta tal vez no sea tan reconfortante.

Cuando usted, como indexador, revisa sus resultados del arbitraje y encuentra un error obvio en ellos, su único recurso es hacer clic en Revisar lotes, con lo cual se envía un mensaje genérico a una persona de FamilySearch que, desde su perspectiva, no tiene ni cara ni nombre. A partir de ahí, ninguna otra cosa sucede por parte de usted. Usted no recibe respuesta, ni resolución y ni siquiera una garantía de que un error claro en el arbitraje será corregido alguna vez.

¿Le parece que esto es un problema? A FamilySearch sí, y es por eso que tenemos la determinación de buscar una solución. A medida que siga leyendo este artículo y otros artículos de esta serie, el problema subyacente del mal arbitraje se está abordando en muchos frentes, lo cual debe calmar un poco las inquietudes al respecto. Lo que hace falta es un medio por el cual el indexador plantee su caso o exprese una verdadera opinión para que se corrijan los errores del arbitraje.

Por ahora, solo podemos decir que FamilySearch está al tanto y ha reconocido el problema. Ojalá que la situación fuese distinta y que pudiéramos ofrecer una solución más inmediata a los indexadores que se interesan lo suficiente como para que pongamos atención a la necesidad actual. No obstante, los cambios requieren tiempo y si bien llevamos meses trabajando en posibles soluciones, no habrá un cambio permanente hasta que se lance una nueva versión de FamilySearch Indexing. Mientras tanto, seguiremos centrando el interés en lo que se puede cambiar a corto plazo, aun si solo se trata de pasos hacia el mejoramiento.

¿Está calificado para arbitrar?
A pesar de lo que le quieran hacer creer algunas personas, el mal arbitraje no es la regla, de hecho, está lejos de serlo. Cada mes se publican decenas de millones de registros en FamilySearch.org y la gran mayoría de ellos se han indexado y arbitrado con precisión.

Claro que eso no alivia el dolor si se trata de los registros que usted indexó y los cuales se arbitraron de forma incorrecta, pero imagínese nada más: ¿cuántos de sus lotes o campos han sido “víctimas”? ¿Un uno por ciento? ¿Un dos por ciento? Si el porcentaje es mayor, no suponga que ésa sea la norma porque no es así, a pesar de lo que le quiera hacer crear una minoría.

La mayoría de los indexadores recibe una invitación para que considere la idea de arbitrar cuando completan su lote de indexación número 100. A otros los recomienda su administrador de grupo o director de indexación de estaca. Algunas personas creen que el nivel de los requisitos para hacerse arbitrador es demasiado bajo y quizás tengan razón. Algunos han sugerido que un buen nivel sería indexar 10.000 registros, mientras que otros han dicho que no se sentirían capaces de arbitrar aun con esa cantidad de experiencia.

Lo cierto es que no existe un nivel determinado de capacidad para los arbitradores. Todas las personas son diferentes. Es posible que algunas personas nunca se sientan (o sean) capaces de arbitrar, mientras que otras, en particular las que tienen muchos años de experiencia en genealogía, están listas mucho más pronto.

Si el nivel de los requisitos para ser arbitrador se elevara demasiado, se publicaría una cantidad mucho menor de registros en FamilySearch.org. Si se bajara demasiado, entonces una cantidad exagerada de personas que no estuvieran preparadas para arbitrar harían el intento antes de lo que debieran. En pocas palabras, constituye todo un reto encontrar el equilibrio adecuado. Cuando un indexador alcanza el nivel del lote número 100, ello sugiere que la persona es dedicada y que toma la indexación con seriedad, que ha invertido una buena cantidad de tiempo leyendo registros escritos a mano y que es probable que haya alcanzado un alto nivel de calidad, al menos por las medidas que tenemos a nuestra disposición. Quizás esta regla general no sea perfecta, pero hasta el momento esas pautas han demostrado ser fiables para producir gran cantidad de trabajo casi perfecto.

Entonces, ¿acaso queremos decir, “más vale que se acostumbre a la forma en que están las cosas porque no van a cambiar”? Para nada. Somos lo suficientemente inteligentes para saber que, como se atribuye ese dicho a Benjamín Franklin, “La definición de locura es hacer siempre lo mismo y esperar que los resultados sean diferentes”.

¿Entonces qué va a cambiar?
Si la solución esperada para el acertijo del arbitraje no ha llegado igual de rápido que el descubrimiento del problema, ello se debe a que la experiencia ha demostrado que las decisiones que se toman de prisa suelen resultar en problemas que son aun peores. FamilySearch siempre optará por un método mesurado. Tal método abarca las siguientes iniciativas actuales:

  • Hacer más hincapié en ofrecer recursos de capacitación a los arbitradores.
  • Poner un mayor énfasis en la capacitación de administradores de grupo y directores de indexación de estaca a fin de identificar a arbitradores capaces, capacitarlos e intercambiar ideas con ellos de forma más activa y constante.
  • Dar más recordatorios a los arbitradores de apegarse a proyectos con los que estén más familiarizados y que entiendan que la prioridad es la exactitud, no la rapidez.
  • Supervisar más de cerca las opiniones de los indexadores y de vez en cuando revocar los derechos de arbitraje en los raros casos en los que se vea un patrón de descuido.

A fin de cuentas, lo que marcará la diferencia será el cuidado y la preocupación de la persona. Las mejoras vendrán de forma considerable a medida que nos comprometamos a observar un patrón constante de excelencia en nuestras labores de indexación y de arbitraje. FamilySearch tiene el compromiso de hacer su parte y sus comentarios y sugerencias son bienvenidos. Tenga a bien enviar sus opiniones e ideas a .
Esta publicación es la segunda de una serie de artículos en cuanto al arbitraje.

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