Es un dilema común: al tratar de encontrar nombres para el templo, ¿cómo saben dónde empezar a buscar, sin importar si están trabajando en sus propias líneas o las de otra persona?
A veces he batallado por un buen tiempo para encontrar un buen punto de partida. Pero cuando busco la guía del Espíritu, es mucho más fácil encontrar un punto de partida.
Buscar la guía del Espíritu implica escuchar, pero también incluye la oración y la acción. Estos son algunos pasos básicos que han funcionado para mí:
- Si estoy ayudando a alguien, le pido a la persona que estoy ayudando que ore por mí.
- Encuentro un lugar tranquilo para trabajar, algún lugar sin distracciones donde puedo escuchar al Espíritu.
- Después de orar para recibir guía, veo el cuadro genealógico. Mi vista favorita es el cuadro en abanico en el Árbol Familiar. No busco más allá del siglo dieciocho, y normalmente busco en países donde estoy familiarizada con el idioma.
- Al explorar el cuadro en abanico, presto atención a lo que yo llamo “impresiones del corazón”, esas dulces impresiones espirituales de que una persona espera que la encuentren.
- Cuando siento interés en una persona en especial, voy a su página de Persona en el Árbol Familiar. Me concentro en una familia a la vez. Mi meta es unir a las familias, no reunir una gran cantidad de nombres a la vez.
- Busco a conyugues e hijos que falten. Si encuentro un nombre con un templo verde, lo verifico, pero no es mi prioridad. Estoy tratando de encontrar personas que necesitan agregarse al Árbol Familiar.
Dos experiencias muestran este proceso.
Un domingo por la tarde estaba ayudando a los misioneros en el CCM de Provo a comenzar con su historia familiar. Mientras trabajaba con una hermana misionera, otra hermana, la hermana Montgomery, se detuvo a platicar con nosotras. Parecía estar decepcionada mientras comentaba que sus líneas ya habían sido plenamente investigadas y que probablemente no podría encontrar ningún nombre de su familia.
Aunque yo estaba trabajando con la primera hermana, sentí la impresión de que debería ofrecerle ayuda a la hermana Montgomery. Sabía por experiencia que por lo general se pueden encontrar nombres aún en árboles llenos y tenía confianza que podríamos encontrar nombres.
Cuando ofrecí ayudarle, todavía parecía dudosa de que podríamos encontrar algo, pero cuando le pregunté si oraría por mí, dijo que lo haría. Me dio su información para poder ayudarla, e hicimos una cita para la semana entrante.
Más tarde, después de ir a un lugar tranquilo, oré sinceramente para tener la guía del Espíritu. Luego vi el cuadro en abanico de la familia de la hermana Montgomery. Sentí interés por el nombre de Abraham Chadwick. Abraham fue uno de los primeros conversos de la línea de la hermana Montgomery, y su fe y testimonio eran evidentes en su registro del Árbol Familiar. No fue sorprendente ver que él había hecho la obra del templo por gran parte de su familia.
Pero entonces empecé a ver a los hermanos de Abraham. Una de sus hermanas me llamó la atención. La obra de ella se efectuó, pero al ver a sus hijos, pocos tenían cónyuges y los que tenían, tenían pocos hijos o ninguno. No tomó mucho tiempo encontrar registros históricos que mostraban conyugues e hijos que necesitaban agregarse al Árbol Familiar.
¿Cuando busco la guía del Espíritu sinceramente para encontrar un punto de partida, eso significa que siempre es sencillo? No. Hay veces en las que el camino tiene giros y vueltas. Afortunadamente, el Espíritu está allí para ayudar a lo largo del camino.
Por ejemplo, mi amiga Darla preguntó si podía ayudarle a ella y a su hija adolescente, Chloe, a encontrar nombres para el templo. Acordamos en una hora para reunirnos y le pedí que orara por mí mientras me preparaba.
Fui a un lugar tranquilo y con espíritu de oración revisé el cuadro en abanico. Pero esta vez, no sentí ninguna orientación particular. Seguí buscando y orando. Fue entonces que noté un problema con la abuela de Darla, Sarah Helen Harvey: ¡parecía tener los mismos padres que su esposo! Obviamente algo estaba mal.
Un poco de revisión reveló que Sarah estaba vinculada a sus propios padres y a los padres de su esposo (algo que pude haber corregido, pero sentí la impresión que debería dejar que Chloe lo hiciera). También sentí la impresión de que la línea “oculta”, la que no había visto en el cuadro en abanico debido a los padres equivocados, era la línea en la que debería trabajar. Así que seleccioné esa línea en el cuadro en abanico y pronto sentí la impresión de ver la línea de John Kellett, el cuarto bisabuelo de Darla.
Al comprobar con registros históricos, noté que John tenía descendientes que faltaban en el Árbol Familiar. Durante mi reunión con Darla y Chloe, Chloe pudo agregar a varios de ellos al Árbol Familiar y reservar su obra del templo.
Escuchar la guía del espíritu para encontrar un punto de partida requiere práctica, pero se ha hecho más fácil entre más lo he hecho. El Señor sabe exactamente dónde debería estar trabajando. Si estoy dispuesta a buscar esa guía en lugar de pensar que tengo que averiguarlo yo sola, encuentro un mejor punto de partida más rápido.
por Kathryn Grant
Después de años observando a los demás, Kathryn comenzó su historia familiar y descubrió una nueva pasión. Su especialidad es asesorar a los nuevos investigadores de historia familiar y ayudarles a alcanzar el éxito, y quizás hasta ayudarles a evitar algunos de los errores que ella ha cometido. Ella presenta con frecuencia en los eventos de historia familiar y presta servicio como consultora líder de templo e historia familiar en su estaca.