Cómo limpiar una lápida: consejos y sugerencias

Un niño y su madre limpian una piedra sepulcral con escritura japonesa en ella.

Las lápidas, también conocidas como piedras o losas sepulcrales, suelen colocarse para marcar los lugares de sepultura de nuestros familiares queridos. También se colocan lápidas conmemorativas en los cementerios en memoria de los seres queridos que fueron sepultados en otro lugar o que no pudieron ser sepultados.

La tradición de marcar los lugares de sepultura se remonta a miles de años. Las diferentes culturas tienen maneras distintas de honrar a sus muertos. Desde un simple montículo, una pila de rocas o un árbol recién plantado hasta lápidas talladas en hermosas piedras, las lápidas están fabricadas con una variedad de materiales.

Un cementerio en México, con flores coloridas sobre muchas de las lápidas y tumbas

Las lápidas también son una valiosa fuente de información genealógica, ya que incluyen nombres y fechas. A menudo, los miembros de una misma familia están sepultados cerca unos de otros en el mismo lugar, lo que ayuda a los investigadores genealógicos a verificar nombres y fechas con otros registros históricos. Debido al clima, la naturaleza, el paso del tiempo y otros factores, las piedras sepulcrales pueden erosionarse, ensuciarse, cubrirse de musgo u otras plantas, romperse y volverse ilegibles. Desafortunadamente, si las lápidas se limpian con materiales inadecuados, la limpieza puede provocar daños aún más permanentes.

Aprender a limpiar adecuadamente una lápida es fundamental para la conservación de estos monumentos históricos irremplazables. Puedes embellecer los lugares de descanso de tus antepasados sin dañar más las lápidas viejas y rotas. Esto es lo que deberías saber.

Los cementerios de todo el mundo tienen diversas normas legales y de etiqueta. Si la lápida se encuentra en un cementerio público o de una iglesia, asegúrate pedir permiso para limpiarla. En algunos municipios, las lápidas son propiedad de las personas que las compraron, y la ciudad no tiene autoridad para permitir que otros limpien el sitio de la tumba. Ponte en contacto con el cementerio o la iglesia donde se encuentra la tumba para determinar a quién le tienes que pedir permiso. No limpies ninguna piedra sepulcral para la que no tengas los permisos correspondientes.

La mayoría de los cementerios son lugares de respeto y silencio. Considera el mejor momento para realizar la limpieza para no molestar a otras personas que podrían estar visitando una tumba.

Evaluación del estado de la lápida

Evalúa el estado de la lápida antes de comenzar el proceso de limpieza. ¿Está dañada? ¿Está descascarada, partida o deteriorada de alguna otra manera? Hay una forma fácil de comprobar si hay grietas por tensión, que pueden ser difíciles de ver inicialmente. Moja la piedra con agua limpia y obsérvala mientras se seca. A medida que se seca, las grietas aparecerán como líneas húmedas. Si este proceso revela grietas en la lápida o si el daño es significativo, es mejor dejarla así para no causar más daños.

Una buena regla general es que si tienes la más mínima duda sobre la estabilidad de la lápida, déjala tal como está.

Lápidas de mármol sobre una colina con vistas al mar
Las lápidas están hechas de diversos materiales, como estos monumentos de mármol en Serifos, Grecia.

De qué están hechas las lápidas antiguas

Si deseas saber cuál es la mejor manera de limpiar una lápida, deberás identificar el material con el que está hecha. Muchas de las primeras lápidas se hicieron con pizarra o arenisca. Otros materiales comunes pueden incluir madera, hormigón, piedra caliza, mármol, hierro, bronce y granito.

Algunas cosas a considerar:

  • La arenisca es muy porosa y se erosiona y se descascara fácilmente con el tiempo. 
  • El mármol es blando, poroso y sensible a los ácidos y a los productos químicos fuertes. 
  • La pizarra es más resistente, pero también puede ser frágil, lo que provoca rupturas a lo largo de las líneas naturales. 
  • El granito es una piedra muy dura y muy resistente. Hoy en día, es la piedra preferida para las lápidas porque resiste bien la intemperie. Resiste mejor los productos de limpieza. 

Un kit de herramientas para limpiar lápidas

Una vez que hayas determinado el material que se utilizó para fabricar la lápida y hayas evaluado su estado, es momento de reunir los suministros para limpiarla.

Arma tu propio kit de limpieza con estos elementos:

  • Cepillos de cerdas blandas 
  • Espátulas de madera o de plástico 
  • Agua destilada 
  • Pasta limpiadora Orvus
  • Solución biológica D/2 (usada para el crecimiento biológico)
  • Cubetas 
  • Botellas con atomizador 
  • Paños suaves de material natural (la tela de algodón funciona muy bien) 
  • Manguera de jardín (si se permite y está disponible) 
  • Guantes 
  • Gafas protectoras 
  • Insecticida 

Cosas que se deben evitar

Estas son algunas herramientas y materiales que pueden causar daños inadvertidos a las lápidas:

  • Herramientas eléctricas como hidrolavadoras o lijadoras  
  • Herramientas de metal duro 
  • Cepillos de alambre y paños abrasivos  
  • Limpiadores a base de cloro o ácido 
  • Crema de afeitar 
  • Limpiadores domésticos típicos (la única excepción es el detergente para platos Dawn y el limpiavidrios sin amoníaco, que se pueden usar para limpiar lápidas de granito)

Evita limpiar en condiciones de calor o frío extremos. Aplicar agua fría sobre la piedra caliente puede causar fracturas por tensión en la piedra. Además, si existe la posibilidad de temperaturas de congelación, considera esperar hasta que las temperaturas sean un poco más cálidas. El agua helada también puede causar grietas y rajaduras.

Una guía paso a paso para limpiar lápidas antiguas

Una mujer limpia los monumentos conmemorativos de su familia, que están decorados con hermosas flores.

Teniendo en cuenta de qué está hecha la lápida y las leyes y etiqueta en tu área, es hora de comenzar con el proceso de limpieza. Al limpiar lápidas antiguas, puedes considerar diferentes métodos.

Cuando selecciones los materiales de limpieza, asegúrate de que los productos químicos no dañen el tipo de piedra de la que está hecha la lápida. Es posible que tengas que realizar algunas investigaciones adicionales por tu cuenta para determinar qué limpiador será el más adecuado para la lápida específica que deseas limpiar.

No apliques ningún producto químico sobre una lápida si no sabes cómo reaccionará con la piedra. La mayoría de las veces, todo lo que necesitas es agua limpia.

Paso 1: Mojar la piedra

Asegúrate de traer suficiente agua limpia. Moja bien la lápida con agua. Mojar la piedra ayudará a prevenir que los productos químicos sean absorbidos en superficies porosas o minimizará su efecto. El agua limpia es el primer paso para eliminar la suciedad y los residuos de la superficie.

Paso 2: Retirar los residuos sueltos

Usa un cepillo de cerdas suaves para eliminar con cuidado el musgo, la suciedad, las hojas y los líquenes. El liquen es un tipo de organismo dual (hongo y alga) que a menudo se encuentra sobre lápidas antiguas. Puedes usar una espátula de madera o plástico si la acumulación es significativa, pero continúa con cuidado.

Paso 3: Aplicar la solución de limpieza y frotar suavemente

Prueba el limpiador que vas a utilizar en la piedra antes de continuar con todo el proceso. Podrías considerar probar un área pequeña y luego dejar que se seque completamente para ver cómo queda.

Usando un cepillo de cerdas suaves, un paño o una esponja suave, frota suavemente la lápida con movimientos circulares. No presiones con demasiada fuerza. Siempre puedes volver a limpiarlo si es necesario. Mantén húmeda la superficie de la piedra mientras la limpias.

Considera no usar herramientas metálicas para limpiar, ya que pueden rayar, astillar y dañar la lápida.

Mientras frotas la piedra, límpiala desde abajo hacia arriba. Este proceso puede parecer contradictorio porque el agua sucia goteará sobre áreas que ya has repasado. Sin embargo, el proceso garantiza que la piedra esté saturada antes de que el agua sucia llegue a la superficie, ayudando así a prevenir que queden rayas durante el proceso de limpieza.

¿Qué limpiador puedo utilizar?

Una mujer sostiene un cepillo de limpieza en sus manos usando guantes, preparándose para limpiar una lápida mojada.

Los expertos recomiendan usar la opción más suave posible cuando se trata de emplear productos químicos para limpiar la piedra. En muchos casos, el agua limpia sin ningún jabón será suficiente. Puedes usar un limpiador no iónico como agente de limpieza, por ejemplo, la pasta limpiadora Orvus. Existen varios métodos para aplicar la pasta. Consulta las indicaciones en el envase de la pasta para conocer las prácticas recomendadas. Asegúrate de enjuagar todos los restos de pasta con agua.

Después de la limpieza inicial, es posible que la piedra aún tenga musgo o líquenes adheridos a ella. En este caso, puedes usar un limpiador biocida (como la Solución Biológica D/2) para eliminar el resto del material biológico. Sigue las instrucciones en el envase del limpiador con cuidado. Si usas un biocida, puedes tardar varios días o incluso semanas en observar el efecto completo de la limpieza. No te preocupes si observas que aparece un color naranja en la piedra después de aplicar un biocida. Este color es causado por el crecimiento biológico sobre la piedra a medida que muere y, por lo general, desaparecerá con el tiempo.

Paso 4: Enjuagar a fondo

Enjuaga la piedra a fondo con agua limpia. Este paso es el más importante de todos. Dejar productos químicos en la piedra es una manera segura de dañarla. Para asegurarte, enjuaga la piedra con agua varias veces. También puedes usar un paño limpio para verificar que puedes quitar toda la solución limpiadora.

Paso 5: Secado

Lo mejor es dejar que las piedras antiguas se sequen de forma natural. Permitir que la piedra se seque de manera natural puede tardar varios días, según la profundidad de los poros y las condiciones climáticas.

Paso 6: Reevaluar

Un hombre y una mujer limpian una lápida con escritura Japonesa en ella.

No te apresures en intentar dejar la piedra perfectamente limpia. Puede ser tentador mojar la piedra nuevamente y restregarla, pero los productos químicos utilizados pueden actuar durante un periodo de semanas. Regresa en varios días o incluso un par de semanas para ver si la piedra necesita otra pasada.

Limpieza de piedras de granito

Las piedras de granito más nuevas que se utilizan hoy en día están hechas de algunas de las piedras más duras disponibles. El granito se puede mojar con agua limpia y frotar suavemente con detergente para platos Dawn. Sécalo con un paño de microfibra limpio o déjalo secar de forma natural. Cuando se haya secado por completo, puedes utilizar un limpiavidrios sin amoníaco para darle un brillo uniforme y sin rayas. No uses este método en piedras que no estén hechas de granito.

¿Con qué frecuencia debe limpiarse una lápida?

Varias consideraciones influyen en la determinación de la frecuencia con la que se debe limpiar una lápida preciada:

  • ¿De qué está hecha la lápida? 
  • ¿Cuántos años tiene la lápida? 
  • ¿Qué tan dañada está la lápida? 
  • ¿Cuáles son las condiciones ambientales? 

Muchos expertos coinciden en que limpiar una lápida con algo más que un cepillo suave debería hacerse solo cada siete a diez años.
Considera las condiciones ambientales que podrían afectar la limpieza de la lápida. Si una lápida está en un área soleada, puede que no tenga que limpiarse con tanta frecuencia como una lápida que se encuentra debajo de un árbol, donde la savia y los excrementos de aves pueden causar manchas adicionales.

Limpiar las lápidas familiares es una forma maravillosa de mostrar respeto y amor por nuestros seres queridos. No es solo un homenaje a alguien a quien amas, sino también una forma de embellecer y conservar algo para toda la comunidad. Comprender la mejor forma de limpiar las lápidas antiguas y nuevas ayudará a garantizar que estos monumentos especiales perduren para las generaciones futuras.

Un padre señala una piedra sepulcral que su hija está observando.

Visita las lápidas de tus antepasados

Visitar los lugares de sepultura de tus antepasados puede ser una forma significativa de conectarte con ellos. ¿Te preguntas dónde están sepultados tus familiares? Puedes usar la herramienta de búsqueda de cementerios para encontrarlos. Puedes buscar con el nombre de un cementerio específico, así como con los nombres de tus seres queridos. ¡Nunca sabes qué podrías descubrir!




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Sobre el autor
Amie Bowser Tennant es una investigadora de genealogía, autora y presentadora. Escribe artículos de blog y contenido adicional para muchas de las principales empresas y sociedades en el campo de la genealogía. Su experiencia más preciada es trabajar como consultora de historia familiar. Amie vive con su esposo y sus tres hijos en Ohio, rodeada por muchos de sus parientes.