Ayudar a otras personas a participar en la obra de historia familiar es una manera fácil de llenar sus vidas con el espíritu de Elías. Pero no todas las visitas de un consultor son iguales. Hay algunos pasos que puede seguir para asegurarse de que el Espíritu esté con usted a medida que enseñe. Siguiendo algunos pasos sencillos, puede crear una experiencia que demuestra el poder de la historia familiar para conectar las generaciones.
- Prepararse espiritualmente. Procure ser digno de la guía del Espíritu y pida ayuda al Señor al prepararse para satisfacer las necesidades de la familia.
- Descubrir metas familiares. Pregunte a la familia lo que les gustaría lograr durante su visita. Tal vez tenga que dividir metas grandes en metas más pequeñas que se puedan llevar acabo en varias sesiones.
- Pedir acceso. Ayude a la familia a crear una cuenta FamilySearch y luego pida permiso para explorar el árbol de la familia.
- Analizar el árbol de la familia antes de la visita. Utilice la función de Ayudante para explorar el árbol de la familia. Si lo desea, utilice los recursos de las organizaciones asociadas para llevar a cabo una búsqueda más eficaz.
- Preparar una lección personalizada. Ayude a la familia a lograr su meta y sentir el espíritu de Elías. Escriba los pasos específicos y las actividades con las que le ayudará a la familia.
- Considere cómo ayudar a la familia a llevar nombres al templo. Ayude a la familia a mantener la vista en el templo, aliéntelos a efectuar las ordenanzas de familiares en familia.
Básicamente, uno de sus propósitos principales como ayudante de historia familiar consiste en facilitarle a aquellas personas a quienes ayude con experiencias que profundicen su conversión a las doctrinas relacionadas con el templo y la obra de historia familiar. Esto sucede cuando usted se prepara para recibir y actúa de acuerdo con las impresiones del Espíritu y luego invita a las personas a quienes sirve a sentir el mismo Espíritu, del cual forma parte el espíritu de Elías.
A medida que aquellas personas a quienes ayude actúen con fe en respuesta a su preparación y sus invitaciones, grandes bendiciones se derramarán sobre ellos y usted (véase D. y C. 56:20). Véase a usted mismo como misionero, conduciendo a las familias a las bendiciones de esta obra al proporcionarles experiencias espirituales que las conectan con sus familiares y las motivan a participar con más regularidad en esta obra.
